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Si extrañas la ciencia ficción inteligente y caótica, esta infravalorada serie protagonizada por Krysten Ritter realmente merece tu tiempo

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Nader Castillo

diciembre 28, 2025

Durante más de dos décadas, Krysten Ritter ha demostrado una habilidad natural para dar vida a personajes memorables. Ya sea dentro de universos consolidados, como Jessica Jones en el MCU, o en creaciones irreverentes como Chloe en Don’t Trust the B—- in Apartment 23, cada proyecto en el que participa adquiere un sello particular. Más recientemente, Ritter aportó su propio matiz a otra franquicia muy querida de la ciencia ficción: Orphan Black, creada por John Fawcett y Graeme Manson.

Esa herencia dio paso a Orphan Black: Echoes, una serie creada por Anna Fishko que funciona a medio camino entre secuela y spin-off. El universo de Orphan Black siempre tuvo el potencial de expandirse, y esta nueva historia lo hace desde una perspectiva distinta. A lo largo de diez episodios, se desarrolla una segunda conspiración de clones con un enfoque más íntimo y emocional, sostenido en gran parte por el personaje de Lucy, interpretado por Ritter. Aunque la serie no logró igualar el impacto de la original y solo tuvo una temporada, funciona como una propuesta de ciencia ficción inteligente, desordenada y profundamente humana, que vale la pena descubrir.

Orphan Black: Echoes construye una conspiración de clones más íntima y emocional, apostando por el conflicto personal antes que por la acción constante que definió a la serie original.

Al igual que Sarah Manning en la serie original, Lucy se convierte en el eje de una nueva conspiración que ocurre 37 años después de los eventos iniciales. Sin embargo, para evitar ser una copia directa, Echoes introduce dos diferencias clave. Los clones no tienen la misma edad y la narrativa se centra en vínculos personales y dilemas emocionales más profundos. Ritter interpreta a un solo clon, lo que refuerza su presencia como figura central y le permite explorar a fondo la identidad, el trauma y la autonomía de su personaje.

La historia detrás del nuevo programa de clonación es compleja y está cargada de dolor. Eleanor, la versión mayor de Lucy, fue traída de vuelta de la muerte por su esposa como un acto desesperado de amor, con la esperanza de darle una oportunidad de luchar contra el Alzheimer. Jules, la versión más joven, surge cuando Darros, un personaje ambicioso y manipulador, decide explotar el potencial de los clones para su propio beneficio. A través de estas relaciones, la serie construye un relato más pausado que el original, pero también más introspectivo y emocionalmente contundente.

Lejos de replicar la fórmula original, la serie apuesta por un ritmo más lento y reflexivo, donde el drama humano y los vínculos afectivos pesan tanto como el misterio científico.

Aunque mantiene fuertes lazos con Orphan Black, Echoes logra sostenerse por sí misma. Un puente clave entre ambas historias es Kira Manning, interpretada por Keeley Hawes, hija de Sarah Manning en la serie original. Para los nuevos espectadores, la serie se encarga de explicar su pasado sin depender del conocimiento previo. Ahora, Kira ocupa un rol central como creadora de la nueva tecnología de clonación, repitiendo patrones marcados por el trauma y decisiones éticamente cuestionables.

El regreso de personajes como Felix y Delphine refuerza el componente emocional, funcionando como soporte y espejo moral para Kira. Especialmente Delphine, cuya historia previa le permite comprender los dilemas éticos que atraviesa esta nueva etapa. La serie se mueve con soltura en zonas grises, evitando respuestas simples y apostando por personajes imperfectos que cargan con las consecuencias de sus actos.

Orphan Black: Echoes demuestra que la ciencia ficción más efectiva no necesita grandes explosiones, sino personajes complejos enfrentados a decisiones imposibles y consecuencias duraderas.

La serie culmina con un final abierto de alto impacto, claramente pensado para una segunda temporada que nunca llegó. Su cancelación parece estar más ligada a una estrategia de lanzamiento errática y a expectativas poco realistas que a la calidad del contenido. Aun así, Orphan Black: Echoes permanece como una de las actuaciones más sólidas de Krysten Ritter y una propuesta valiosa dentro de la ciencia ficción televisiva reciente.

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