Shudder: La plataforma de streaming de terror que destaca por su calidad

Desde su lanzamiento en versión beta en los Estados Unidos en 2015, el servicio de streaming centrado en el terror, Shudder, ha desarrollado una reputación única por su calidad en la transmisión, incluso mientras su empresa matriz, AMC Networks, ha lidiado con los mismos problemas financieros que afectan al panorama en general.

Shudder, una de las marcas más conocidas y celebradas en la cartera de servicios de streaming de nicho de AMC, se concibió como un destino para los amantes del terror de todo tipo, desde los más experimentados hasta los más novatos. Según Emily Gotto, Vicepresidenta de Adquisiciones Globales y Coproducciones, una de las principales arquitectas de la plataforma, la esperanza ha sido ser muy intencionales en la incorporación de nuevos títulos, programando de manera que cultive una apreciación de la “amplitud y profundidad” del género.

Al igual que los servicios con bolsillos más profundos, Shudder aumentó sus adquisiciones exclusivas y originales después de construir su base con una serie de títulos de su biblioteca. Pero dado su relativa falta de recursos, en comparación con, por ejemplo, Netflix, Shudder se volvió creativo en los tipos que buscaba, generalmente identificando aquellos que podían ser licenciados a un precio razonable, al mismo tiempo que ofrecían el máximo valor a los amantes del terror.

Muchos de los títulos que se encuentran en Shudder significan mucho más para su base de fanáticos del terror que para el espectador promedio de un servicio de transmisión más grande. Esto ha permitido a Sam Zimmerman, Vicepresidente de Programación, construir el servicio sin temor a ser superado en las ofertas.

Además de los títulos de biblioteca de antaño, Zimmerman busca rutinariamente festivales con la esperanza de llevar lo mejor del cine contemporáneo al servicio. Para elevar aún más el atractivo de Shudder, se incluyen títulos premium más icónicos y costosos, como Halloween de John Carpenter, que se incorporan a la plataforma en ventanas cortas, en una práctica conocida como “stunting”.

Sin embargo, Shudder no es inmune a los vientos en contra que afectan gravemente al negocio del entretenimiento. AMC Networks ha tenido que reducir su personal en los Estados Unidos en aproximadamente un 20% en el último año, y la empresa ya no desglosa la cantidad de suscriptores independientes de Shudder, manteniendo sus datos sobre suscriptores y ingresos en una “caja negra”, como es práctica común en la transmisión.

Lo que es cierto es el grado de confianza y comunidad que Shudder ha fomentado entre cineastas y consumidores comunes como una rara alternativa a los servicios que están disponibles en su mayoría. Zimmerman señala que el objetivo ha sido hacer de Shudder “una experiencia” no del todo igual a ninguna otra en el mundo de la transmisión. En un mundo de mayoristas, el servicio es una boutique que valora realmente la calidad sobre la cantidad.

Fuente: Deadline