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La historia de amor más icónica del cine depende de una sola frase romántica

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Nader Castillo

noviembre 15, 2025

Cuando Westley (Cary Elwes) le dice por primera vez “Como desees” a Buttercup (Robin Wright) en The Princess Bride, parece solo la respuesta obediente de un sirviente. Él trae agua, ella casi no lo mira, y las palabras no parecen esconder nada especial. Pero cada repetición suma un peso emocional distinto, y esas tres palabras comienzan a construir un romance silencioso que late bajo la apariencia de un cuento de hadas. Para cuando Buttercup comprende que “Como desees” significa en realidad “te amo”, el público ya lo sabe, y eso convierte el momento en una revelación perfecta.

Rob Reiner (director) y William Goldman (guionista) entendieron que la sinceridad funciona mejor cuando no se fuerza. Aunque The Princess Bride está llena de humor, exageración y personajes que hablan como si recitaran poesía, esta frase atraviesa toda la comedia y se convierte en uno de los gestos más auténticos del cine. Su simplicidad la ha hecho perdurar por décadas, recordándonos que incluso en una historia que insiste en que “es solo un cuento”, “Como desees” es el corazón de la historia de amor más inolvidable del cine.

Cómo una frase convierte una parodia en una promesa

The Princess Bride vive en dos mundos: la fantasía exagerada donde se mueven Buttercup y Westley, y el mundo moderno (aunque ya nostálgico) del nieto que escucha el relato a regañadientes. En ambos contextos, “Como desees” funciona como un puente que transforma el escepticismo en fe.

En el cuento, la frase convierte la obediencia en devoción. Westley no presume su amor ni intenta imponerse; su cariño está hecho de paciencia y libertad, no de grandes gestos. Por eso es tan doloroso el momento en que Buttercup cree haberlo perdido para siempre: no solo llora por él, sino por un tipo de amor que no buscaba controlarla.

En el marco moderno, la idea se repite. El abuelo narra este “libro de besos” a un nieto que solo quiere espadas y piratas. Al principio rechaza toda muestra de ternura, pero mientras avanza la historia, la sinceridad lo gana. Cuando su abuelo le dice “Como desees” al final, el niño entiende que las historias de amor no son algo que uno supera: son algo que nos acompaña.

Tres palabras que siguen siendo más poderosas que cualquier monólogo romántico

La razón por la que “Como desees” sigue vigente después de tantos años es su universalidad. Es la forma más simple de decir: “Te veo, te elijo, estoy aquí.”

Mientras la mayoría de las películas apuestan por declaraciones grandiosas, The Princess Bride hace lo contrario: confía en la fuerza de lo pequeño. “Como desees” funciona porque su magia está en lo que no se dice. Westley no promete mundos imposibles porque ya le entrega todo lo que tiene: su tiempo, su paciencia, su lealtad y hasta su vida… aunque sea regresando de estar “casi muerto”.

Cada vez que repite la frase —con humor, con ternura o con determinación— regresa a ese primer significado. Su poder se mantiene vivo porque rechaza el cinismo moderno: no necesita ser ingeniosa ni actualizada. Funciona porque confía en su propia honestidad.

Además, habla de lo que hace que las historias permanezcan. Goldman escribió The Princess Bride como una mezcla de parodia y homenaje a los cuentos clásicos, pero estas tres palabras pertenecen completamente a la parte más sincera del relato.

La lección romántica que sigue inspirando 40 años después

El poder de “Como desees” no está en lo espectacular, sino en lo auténtico. Nos recuerda que el amor verdadero no siempre se expresa con gestos grandiosos, sino con constancia, paciencia y libertad. Las historias que realmente perduran no se construyen con promesas imposibles, sino con pequeñas acciones que se repiten una y otra vez.

Casi cuatro décadas después, The Princess Bride sigue destacando porque rehúsa tratar el amor como un espectáculo. Lo presenta como una elección diaria.
Y “Como desees” encapsula esa elección mejor que cualquier declaración poética.

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