El estreno de ‘She said’ impulsa campaña de las sobrevivientes de Weinstein

El lanzamiento mundial de la película de denuncia contra Harvey Weinstein, She Said, ha dado un impulso a una campaña en el Reino Unido para poner fin al mal uso de los acuerdos de confidencialidad (NDA).

La campaña Can’t Buy My Silence fue lanzada por Zelda Perkins -interpretada por Samantha Morton en She Said, de Maria Schrader– hace cinco años y, hoy, la organización en contra del acoso sexual laboral, Time’s Up UK ha declarado su apoyo público y está buscando “fondos vitales” para continuar su trabajo.

Perkins, ex asistente de Weinstein, afirma que su amiga fue violada por el magnate del cine, ahora encarcelado, en la década de 1990, y que fue obligada a firmar un acuerdo de confidencialidad por valor de 125.000 libras esterlinas (150.000 dólares), que desde entonces ha hecho público y ha lanzado su campaña. Perkins estuvo en el estreno en el New York Film Festival el mes pasado junto a grandes estrellas y otras supervivientes de los abusos de Weinstein.

Al insistir a que se legisle, Perkins ha dicho anteriormente que la ley del Reino Unido en torno a los acuerdos de confidencialidad se utiliza “para proteger a los perpetradores y no tiene ningún sentido lógico”.

Time’s Up UK, un organismo más amplio que surgió del movimiento #MeToo, dijo que quiere ayudar a destacar la campaña mientras la película She Said es lanzada en todo el mundo. El filme es protagonizado por Zoe Kazan y Carey Mulligan como las dos periodistas que escribieron la investigación que finalmente vio a Weinstein derribado.

“Tenemos que apoyar campañas como la de Zelda para evitar el uso indebido de los acuerdos de confidencialidad que se ha visto tan claramente en la película She Said, que se estrena hoy en el Reino Unido”, dijo Heather Rabbatts, directora de Time’s Up UK. “Todos tenemos que trabajar juntos en estos temas para lograr el cambio. Se necesita la solidaridad de las mujeres, la alianza de los hombres y la creencia y colaboración de todos nosotros”.

Perkins añadió: “Can’t Buy My Silence surgió de la experiencia directa de los abusos de Weinstein. Sin embargo, su raíz más significativa proviene del peor abuso sufrido al ser amordazado por el sistema”.

El apoyo a Can’t Buy My Silence forma parte del trabajo de Time’s Up UK para prevenir el acoso y la intimidación en las industrias de la televisión y el cine del Reino Unido, incluyendo el desarrollo de una autoridad independiente de las Industrias Creativas (CISA) para reforzar y coordinar mejor los esfuerzos.

Esta campaña cuenta con el apoyo financiero de las principales cadenas de televisión británicas y con el respaldo público de personalidades como Keira Knightley, Naomie Harris y la cantante Rebecca Ferguson.

Fuente: Deadline