El álbum que originalmente era para Michael Jackson y terminó lanzando a la fama a Justin Timberlake
En la industria musical, muchas veces los fans desconocen lo que ocurre detrás de escena. Canciones que casi no se publican, demos que pertenecieron a otros artistas o incluso álbumes completos que cambiaron de dueño. Ejemplos sobran: R.E.M. de Ariana Grande fue primero grabado por Beyoncé, y “Frontin’” de Pharrell Williams estaba pensado para Prince. Pero uno de los casos más sorprendentes es el de un álbum que iba a ser para Michael Jackson, y que terminó convirtiéndose en el debut de Justin Timberlake.

En 2002, Justin Timberlake lanzó Justified, su primer disco en solitario tras la pausa de NSYNC. El álbum marcó un cambio de rumbo en el pop, con un sonido más maduro y cercano al R&B. Con hits como “Cry Me a River” y “Rock Your Body”, Timberlake demostró que podía brillar fuera de la boyband.
Lo curioso es que Pharrell Williams, productor del disco junto a Chad Hugo (The Neptunes), reveló que todas las canciones fueron escritas originalmente para Michael Jackson. Sin embargo, Jackson rechazó el material porque lo consideraba demasiado parecido a lo que ya había hecho y buscaba una nueva dirección artística.
Mientras Timberlake grababa Justified en apenas seis semanas, Michael Jackson estaba enfocado en su álbum Invincible (2001). Con temas como “You Rock My World” y “Butterflies”, el disco también exploraba el pop-R&B, aunque con productores distintos como Teddy Riley, Babyface y R. Kelly.
Pharrell confesó que el equipo de Jackson recibió todas las canciones que luego formarían Justified, pero su mánager las rechazó. En otra realidad, el debut de Timberlake habría sido simplemente otro proyecto de Jackson.

La historia demuestra que la música siempre encuentra su lugar. Britney Spears, por ejemplo, grabó “I’m a Slave 4 U”, otro éxito de The Neptunes que originalmente estaba destinado a Janet Jackson. Aunque Janet incluso grabó su propia versión, nunca salió a la luz.
En el caso de Timberlake, Justified no solo le dio identidad propia, sino que le valió cuatro nominaciones al Grammy y el premio a Mejor Álbum Pop Vocal. Lo que fue un rechazo para Michael Jackson terminó siendo el inicio de una nueva era para Justin.