34 años antes de Ben-Hur, este clásico infravalorado contó exactamente la misma historia con una épica igual de imponente

Desde que Charlton Heston interpretó a Judah Ben-Hur en el clásico de 1959, la película se consolidó como uno de los mayores logros de Hollywood. Su escala monumental, su carga religiosa e histórica y su impacto cultural la mantienen vigente hasta hoy. Sin embargo, décadas antes de esa versión, Metro-Goldwyn-Mayer ya había llevado a la pantalla la novela de Lew Wallace con Ben-Hur: A Tale of the Christ, una ambiciosa película muda que se estrenó en diciembre de 1925 y que, incluso cien años después, sigue siendo una representación poderosa y sorprendente de esta historia.

Mucho antes de que Charlton Heston definiera el papel para nuevas generaciones, el cine mudo ya había demostrado que Ben-Hur podía ser una experiencia épica, emocional y visualmente deslumbrante.

Aunque no fue la primera adaptación de la novela, Ben-Hur: A Tale of the Christ sí fue el primer largometraje que respetó la verdadera magnitud del relato. En una época en la que la historia ya era un éxito editorial masivo, MGM apostó por trasladarla del teatro al cine para llegar a un público aún mayor. La producción estuvo llena de dificultades, incluyendo el cambio de director y de protagonista en pleno rodaje, pero aun así logró salir adelante y convertirse en una de las obras más ambiciosas del cine mudo.

El resultado fue una película de casi dos horas y media que expandía con enorme detalle el universo de Ben-Hur. Con una cinematografía impresionante, actuaciones memorables de Ramón Novarro y Francis X. Bushman, y una escala visual nunca antes vista, la cinta sentó las bases del gran cine épico de Hollywood. La famosa carrera de cuadrigas no solo fue impactante en su momento, sino que se convirtió en el modelo a seguir para innumerables producciones posteriores.

La versión muda de 1925 no solo contó la historia completa de Ben-Hur, sino que estableció el estándar visual y narrativo que Hollywood seguiría durante décadas.

Aunque la versión de 1959 suele considerarse el punto más alto de la saga, la influencia directa de la película de 1925 es innegable. Muchas de sus decisiones visuales y narrativas se reflejan claramente en el remake protagonizado por Heston. Incluso hoy, al compararlas, es evidente que la versión muda tuvo un peso decisivo en cómo el cine abordó las historias épicas, muy por encima de intentos más recientes como el remake de 2016.

Además de ser una de las películas mudas más caras jamás realizadas, Ben-Hur: A Tale of the Christ dejó una huella duradera en la historia del cine. Su famosa carrera inspiró escenas icónicas en películas como The Prince of Egypt y Star Wars: Episode I, demostrando que su legado sigue vivo de formas inesperadas. Que hoy se encuentre en dominio público y disponible gratuitamente solo refuerza su valor como pieza fundamental del séptimo arte.

A cien años de su estreno, Ben-Hur: A Tale of the Christ sigue demostrando que el cine mudo podía ser tan grandioso, influyente y emocionante como cualquier superproducción moderna.