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El western que hizo famoso a Clint Eastwood nos regaló uno de los mejores episodios navideños

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Nader Castillo

diciembre 20, 2025

Cuando hablamos de televisión clásica del Viejo Oeste, pocas series son tan memorables como Rawhide. El drama, que duró nueve temporadas, seguía a un grupo de vaqueros guiando ganado por las praderas y enfrentándose a bandidos y forajidos. Liderada por Eric Fleming y un joven Clint Eastwood, la serie rara vez mostraba el invierno. Sin embargo, en la cuarta temporada apareció un episodio único: “Twenty-Five Santa Clauses”, emitido el 22 de diciembre de 1961, que se convirtió en un clásico navideño inesperado.

Un western polvoriento se transformó en una celebración navideña llena de espíritu y sorpresas.

“Twenty-Five Santa Clauses”: un estafador con traje de Santa
En este episodio, Rowdy Yates (Eastwood) queda a cargo del grupo mientras Gil Favor (Fleming) está ausente. Wishbone y Mushy encuentran a Bateman (Ed Wynn), disfrazado de Santa Claus, quien los convence de que su hijo adoptivo está gravemente enfermo. Los vaqueros deciden organizar una Navidad anticipada y donar ganado para financiar un tratamiento en Nueva York. Sin embargo, Gil descubre que todo es un engaño… hasta que se revela que la esposa de Bateman, Mag (Anne Seymour), sí está muriendo. En un giro conmovedor, el grupo celebra la fiesta de todos modos, regalando al niño su primera Navidad y a su madre la última.

La estafa se convierte en un acto de compasión que une a toda la cuadrilla.

El único episodio navideño de Rawhide
Aunque la serie nunca fue conocida por historias festivas, este capítulo mezcla el espíritu navideño con la dureza del Oeste. Los vaqueros se dejan llevar por la alegría, incluso Rowdy arriesga su vida para conseguirle un caballo al niño. No hay nieve ni un Santa real, pero sí un mensaje de bondad y redención que lo convierte en un episodio inolvidable.

El trampolín de Clint Eastwood
Rawhide fue el gran escaparate que lanzó a Eastwood al estrellato. Su papel como Rowdy Yates le abrió las puertas a la trilogía del dólar de Sergio Leone (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio), que lo convirtió en ícono internacional. Aunque nunca dirigió episodios de la serie, allí comenzó a forjar la carrera que lo llevaría a ser tanto actor como director de referencia en Hollywood.

De vaquero televisivo a estrella mundial: Rawhide fue el inicio de la leyenda de Clint Eastwood.

Conclusión
“Twenty-Five Santa Clauses” es un episodio único que demuestra cómo un western podía adaptarse al espíritu navideño sin perder su esencia. Entre engaños, sacrificios y gestos de bondad, Rawhide entregó una historia que sigue siendo recordada como uno de los mejores especiales navideños de la televisión clásica.

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