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Este misterio británico con 89% en Rotten Tomatoes está arrasando en streaming y es perfecto para maratonear

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Nader Castillo

diciembre 13, 2025

Shakespeare and Hathaway: Private Investigators no es una serie que busque llamar la atención con grandes giros o violencia extrema. Es, más bien, un misterio británico acogedor, centrado en los personajes, con humor cálido y apuestas moderadas. Precisamente por esa comodidad tranquila y sin estrés, la serie está despegando con fuerza en plataformas de streaming y presume de un sólido 89% en Rotten Tomatoes. Con 50 episodios disponibles y más en camino, se ha convertido silenciosamente en uno de los dramas criminales más confiables y rewatchables del momento.

Un dúo detectivesco peculiar que sostiene el encanto de la serie

En el centro de la historia está la inesperada alianza entre Frank Hathaway (Mark Benton), un exinspector de policía convertido en detective privado desaliñado y endeudado, y Luella Shakespeare (Jo Joyner), una peluquera recién retirada cuya vida da un vuelco cuando su prometido —descubierto como estafador por Frank y su asistente Sebastian Brudenell (Patrick Walshe McBride)— aparece muerto en plena recepción de boda.

Inicialmente sospechosa del crimen, Luella se une a Frank para resolver el caso. Tras aclarar los hechos, decide invertir en el negocio fallido del detective. Lo que empieza como una solución desesperada pronto se transforma en una dupla profesional sorprendentemente eficaz.

La mayor fortaleza de la serie es la química entre Benton y Joyner. Frank es un hombre cansado de la vida, siempre al borde del colapso, mientras que Luella aporta optimismo, energía y una ética de trabajo forjada tras años en un salón de belleza. Sus discusiones, bromas y el desarrollo gradual de confianza hacen que cada episodio resulte cercano y entretenido.

Un reparto secundario que suma humor y frescura

Sebastian, el excéntrico asistente formado en la RADA, añade una capa extra de comedia con su entusiasmo por el trabajo encubierto. Su salida rumbo a Los Ángeles, tras conseguir el papel de sus sueños, abre la puerta a una nueva dinámica en la temporada 6. Su reemplazo, Bea Gardiner (Aruhan Galieva), promete aportar una energía distinta: impredecible, caótica y lista para sacudir la armonía del equipo.

El crimen perfecto para quienes buscan confort y no caos

A diferencia de los dramas criminales más oscuros y brutales, Shakespeare and Hathaway abraza por completo su ADN de “cozy mystery”. Cada episodio comienza con clientes excéntricos y casos extraños, se desarrolla en pintorescas calles y se resuelve sin sobresaltos excesivos. Hay asesinatos, sí, pero nada que quite el sueño.

El tono recuerda a otras series británicas amables como Death in Paradise o Father Brown, pero con un aire contemporáneo. El escenario de Stratford-upon-Avon juega un papel clave: pubs antiguos, cultura teatral, calles encantadoras y constantes guiños a la historia de Shakespeare convierten al lugar en un personaje más de la serie.

Por qué deberías ponerte al día con Shakespeare and Hathaway

Parte de su éxito reciente radica en su accesibilidad. Con cinco temporadas completas disponibles y una sexta en camino, es ideal para una maratón larga y consistente. Las tramas evolucionan lentamente —como los intentos de Frank y Luella por trabajar separados antes de volver a unirse— sin romper jamás el ritmo cómodo que esperan los fans.

La próxima temporada promete mantener la fórmula mientras introduce novedades, con nuevas historias que incluyen romances, hipnotistas y rincones inéditos de Stratford. El cariño del elenco por la serie es evidente, y Joyner ha descrito volver a Luella como “ponerse unas pantuflas rosadas, suaves y comodísimas”.

Para quienes buscan un misterio entretenido, ligero y con mucho corazón, Shakespeare and Hathaway: Private Investigators es una apuesta segura: una serie que no agota, no abruma y siempre deja ganas de un episodio más.

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